Jerusalén (UNA/WAFA) – Los guardias de la mezquita Al-Aqsa frustraron el lunes un intento de los colonos de llevar un “sacrificio vivo” a sus patios, a través de la Puerta Al-Ghawanmeh.
Testigos presenciales informaron que los colonos irrumpieron en la mezquita Al-Aqsa a través de Bab al-Ghawanmeh, una de sus puertas, llevando un cordero sacrificial. Los guardias de Al-Aqsa los persiguieron y frustraron su intento de ofrecerlo en Al-Aqsa durante la segunda festividad de Pésaj.
594 colonos irrumpieron hoy en la mezquita Al-Aqsa, realizando provocativos rituales talmúdicos en sus patios, en medio de restricciones a los fieles.
En el mismo contexto, la Gobernación de Jerusalén condenó en un comunicado el intento de masacre de un animal en el interior de la mezquita Al-Aqsa, calificándolo de "acto peligroso que no se puede tolerar".
Explicó que un grupo de colonos intentó esta mañana introducir de contrabando un pequeño cordero en la sagrada mezquita Al-Aqsa, con la intención de sacrificarlo en sus patios, en un intento criminal de violar la santidad del lugar más sagrado para los musulmanes después de La Meca y Medina.
Informó que tres colonos lograron pasar de contrabando una oveja escondida en una bolsa de tela a través de Bab al-Ghawanmeh, en un intento de sacrificarla según los rituales talmúdicos.
La gobernación enfatizó que este hecho constituye una grave violación de todas las líneas rojas y agregó: "Si la masacre se hubiera llevado a cabo dentro de la mezquita Al-Aqsa, nadie podría haber predicho las repercusiones que resultarían de este acto criminal".
La gobernación responsabilizó plenamente a las autoridades de ocupación de este grave crimen y pidió el cese inmediato de los ataques de los colonos. Advirtió que la continua colusión con estos grupos extremistas y los intentos de imponer un hecho consumado en la mezquita Al-Aqsa podrían tener consecuencias nefastas.
La Gobernación de Jerusalén pidió al pueblo palestino y a las naciones árabes e islámicas que adopten medidas urgentes y serias para proteger la Mezquita Al-Aqsa y frustrar los planes de la ocupación de transformarla en una sinagoga como parte de un plan de división temporal y espacial.
Saludó la vigilancia de los guardias de la mezquita Al-Aqsa, quienes son objeto de acoso, deportación, arresto y agresión por parte de la policía de ocupación y sus colonos. Pidió mantener la vigilancia y la atención ante cualquier nuevo intento que puedan realizar colonos extremistas contra lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén.
